Vistas de página en total

martes, 29 de noviembre de 2011

SI TE DICEN QUE FUI YO, ES VERDAD


Si te dicen que fui yo, es verdad
No negaré mi culpa
Diez mil días tuve para decir basta
Pero me contenté con el verso capado
Y ese infierno que tanto nos pesa.

Si te dicen que fui yo, es verdad
Ahora que la pobreza me parte la cara
En las esquinas mugrientas de mis deseos
Tengo tentaciones de derribar un muro
Para soñar que el muro no me detuvo.

Si te dicen que fui yo, es verdad
Porque los silencios son sordos
En las trastiendas de los perdedores
No hay peor derrota que el mundo
Descreído vencido por la vergüenza.

Si te dicen que fui yo, es verdad
Que más dan las palabras los himnos
Los reproches las consignas el poema
Si hay tanta inmundicia adormecida
En los ropajes que llevas.

Si te dicen que fui yo, es verdad
Mariposas en el asfalto tocan
La sinfonía del tiempo ya perdido
Por eso el viento ha dejado de ser viento
Para ser trovador de nuestros pecados.

Si te dicen que fui yo, es verdad
Mis hijos ya me miran de soslayo
Los perros ladran a mi paso
Trato de saltar la tapia de mi conciencia
Para no saltarme los sesos de tanta inocencia.

Si te dicen que fui yo, es verdad.

La puta mentira es decir lo contrario.

viernes, 25 de noviembre de 2011

JINETES PARA UN NUEVO MILENIO


Cabalgan sobre niños hambrientos,
potros que nunca alcanzarán el primer bocado,
espuelas castigan vientres henchidos
de terror, tristeza y un inmenso vacío.

Quijadas doloridas por bridas desaforadas,
diestras manos para un galope infernal,
nunca jinetes tuvieron tan caballada desvalida.
   
   UNA VERDADERA CANALLADA.

Polvareda en el horizonte, lejos,
en esa línea de penumbra
donde la conciencia es funámbula,
el tropel desaparece. SILENCIO.

La Tierra gira, elíptica,
epiléptica, magullada por
pezuñas ulcerosas.
Estribos golpean las ancas del corazón.

Alfalfa para tusones de mirada huidiza.
Los caballeros cantan, beben y fornican.

EL ESPECTADOR COME PALOMITA DE MAÍZ.

Ocaso hermoso, crines lacios, hocicos que olfatean
efluvios de una planicie de colores opacos.
Descansan todos, paz ANRETE.

Alba que desvela a las heridas abiertas,
gritos, órdenes, relinchos atemorizados,
una nueva jornada, un astro que despunta.

Mascullan baladas de hombres solitarios
los jinetes en sus cabalgaduras,
la fusta encharca dominios de dolor,
sal para cicatrizar la sangre negra.


Atraviesan pueblos. La multitud pasea
en las calles ajena a ese jinetear de trote cansino,
con cabriolas, cambiadas y caracoleos.
Ca, CACOFONÍA. Ca, ca.
Verdadera caca de demostración equina.

La doma es aburrida, tediosa, mustia,
los potros no son bravos, ni resistentes para alomar,
domesticados, se les monta en paseos crepusculares.

Silla bastarda es la montura que los adorna,
cuero pútrido, los correajes que los cubre;
guarniciones heredadas de jamelgos y pencos,
devorados por la marabunta multimedia.

Nunca habrá premio para estos potrillos,
siempre niños eternos, desposeídos
de dientes de leche para mudar.

CASTIGO DIVINO.

Cabalgan sobre niños hambrientos,
potros que nunca alcanzarán el primer bocado,
espuelas castigan vientres henchidos
de terror, tristeza y un inmenso vacío.

viernes, 18 de noviembre de 2011

ABRO GRIETAS


La verdad es que 
grietas 
no faltan
(Mario Benedetti)


¡Poeta! exclama el minero ¿Qué te diferencia de mí?
¡Poeta! reclama el panadero ¿Qué te hace distinto a mí?
¡Poeta! grita el obrero ¿Qué te distingue de mí?
¡Poeta! brama el marinero ¿Qué te hace descollar frente a mí?

La palabra, dije.

Es que estoy mudo debajo del mundo, recrimina el minero.
Es que estoy en silencio entre los fogones, protesta el panadero.
Es que estoy callado ante los patrones, reta el obrero.
Es que estoy enmudecido por los vientos, censura el marinero.

Entonces, la imaginación, contesté.

Es que no tengo sueños entre las penumbras, replica el minero.
Es que carezco de fantasías con los rodillos, asevera el panadero.
Es que no poseo proyectos en mis bolsillos, rebate el obrero.
Es que no percibo visiones desde las amuras, clama el marinero.

Entonces, la sensibilidad, respondí.

Es que horado sin emociones desde las galerías, exhorta el minero.
Es que amaso sin espiritualidad mi obra, interpela el panadero.
Es que camino sin ideales en mis botas, advierte el obrero.
Es que navego sin generosidad en mis travesías, incide el marinero.






Entonces, la grieta, decidí.

¿La grieta? Preguntaron al unísono.

Sí, la grieta me hace poeta más que hombre.

Agrieto la palabra, la imaginación, la sensibilidad
Para  tambalear el pensamiento que nos domina.

Ni mudo, ni en silencio, callado o enmudecido,
Os ofrezco las grietas de mis versos como asideros
De vuestros  sueños, fantasías, proyectos o visiones
Porque vosotros sois el poema que siempre hace falta
De emociones, espiritualidad, ideales o generosidad
Para despertar de nuevo los adormecidos corazones.

jueves, 17 de noviembre de 2011

VEINTE GEMIDOS PROVERBIALES




I

Una mano invisible
ahuyenta el viento frígido
que agrieta las sábanas
del placer dormido.

II

Un beso supo a beso.
Un roce supo a roce.
Una caricia supo a caricia.
Un beso que se da con el roce de una caricia
ni es beso, ni es roce, ni es caricia,
es el silbo de un orgasmo a la vista.

III

Las vi sedientas desde la atalaya
catódica de mi salón,
sumergidas sus cabezas en una fuente
tórrida de deseo.
No pude más que soñar convertirme
en agua y saciar
aquella apasionada y loca  sed.

IV

Tuve de rodillas a una reina,
a una sirvienta, a una maestra,
a una joven, a una abuela encantadora.
Las tuve a todas
como si fueran sola una única boca.
V

Humillado
besé la fusta
cimbreada por el dolor.
Ella me arrastraba al tormento.
Ladridos de perro
se oyeron en las alcantarillas
del sexo sojuzgado.

VI

Un hombre satisface a dos mujeres
con dificultad y esmero.
Una mujer satisface a dos hombres
con naturalidad y decoro.
Dos hombres satisfacen a una mujer
con desafuero y alboroto.
Dos mujeres satisfacen a un hombre
con paciencia y cuidado.
¡Dame cualquier oportunidad
y os enseñaré esta gran verdad!.

VII

Mírala a los ojos
cuando sea tuya,
verás las cadenas
de tu lujuria en galeras.

VIII

Brincar de cama en cama
permite no cambiar nunca de sábanas.
Queda tu olor prensado en la almohada
como una fragancia fácil de olvidar.

IX

Rompí el espejo
de mi salvaje conquista
que imaginé
en dos minutos
de furia mano desabrida.

X

Han escrito mi nombre
ellas, con la leche
de mis cuencos.
Sólo dio para iniciales,
ellas dijeron entre risas.
Tan poca cosa
para tanta tinta.

XI

Rosa, azucena,
margarita, jacinta,
    hortensia,
temblad de placer,
el jardinero viene a
podar vuestros pétalos,
succionar vuestro polen,
regar vuestras semillas,
dejaros marchitas
con tanta dicha.

XII

Retumbó mi cuerpo
de tan tremendo estallido
que a ella la ahogué
con metralla de pasión.

XIII

Envidio a los bebés.
Lloran para hartarse de pezones.

XIV

Amé profundamente su ano
que de tanto amarlo
me olvidé de otros juegos
menos delirantes
pero más cotidianos.

XV

Tuve un sueño
y quedé rendido.
Tuve otro sueño
y quedé exhausto.
Al tercer sueño
abrí los ojos,
ya no daba abasto.

XVI

Debajo de la mesa
sentí su pie desnudo
levantar el mástil
del barco varado
en el puerto de mi mujer.
Sólo pude soplar las velas
y embestir a sotavento,
para evitar el oleaje de proa
y el viento receloso de barlovento.

XVII

La conquisté a traición
y quedó tan hechizada
que de polvos viles
he de colmar su imaginación.


XVIII

Ella cabalgó sobre mí
con tanta fuerza
para domar al potro salvaje,
que del establo sólo
salió un obediente palefrén.

XIX

Nací con cinco vibradores
en cada mano,
que la Naturaleza se olvidó
de dotarme suficiente para el sexo
de lo otro más sano.

XX

He querido ser helado,
plátano, guinda y
espárrago.
Alimento para tu boca,
vicio para tu lengua,
juguete para tus labios.


martes, 15 de noviembre de 2011

REVOLUCIONES

Si fuera letra revolucionaría la palabra.
Si fuera palabra revolucionaría la frase.
Si fuera frase revolucionaría el párrafo.
Si fuera párrafo revolucionaría la página.
Si fuera página revolucionaría el libro.
Si fuera libro revolucionaría la bibilioteca.
Si fuera biblioteca revolucionaría los hombres
Si fuera hombre, y lo soy, revolucionaría....
Aquí ya se me acaba el argumento.
Como siempre
.

sábado, 12 de noviembre de 2011

LÁGRIMAS AL PESO

Lágrimas al peso. Lágrimas tenues.
Pupilas desechas por la vida.
El silencio es su peor grito.
Pulmones de caracol hirviendo
de sed, de hambre, de miedo.

Mi almohada siempe duerme de lado
y yo me escapo por la ventana
de mi conciencia maltrecha.
Esa foto no me ha conmovido
como ya no me conmueve nada.

Caigo cada noche en sus fosas
caigo de pie para no manchar
a mi esforzada sombra
que culpa tengo de esas lápidas
de piedra, barro y vergüenza.

Hoy he besado a mis hijos,
acariciado, abrazado cada minuto
de los otros no queda nada recordado
una portada, una imagen, un comentario.
Mis entrañas soportan su estertor
tan lejano, tan inútil, tan africano.

Dicen los poetas siempre malnacidos
que hay un río de versos quebrados
que desemboca en los márgenes
de un espurio poema inacabado
donde cada palabra se ahoga
eterna en su sísifo periplo
hacia las marismas del olvido.

Quizás nunca seré un buen marinero
ni habrá mariposas en el asfalto
pero cada noche apagó las voces
mortuorias de almas que han nacido
solo para poner rostro a la hambruna.

Y apago el interruptor de su agonía
tan fácil, tan terriblemente fácil
que los lamentos de sus madres
para dormir son la sintonía.

Soy un monstruo, pienso.
Son mis vecinos también.
O soy un hombre de bien.
O son mis vecinos, también.

Dame una moneda que se la daré
Dame pan y cebolla que se los daré
Dame leche y miel que se los daré
Dame ropa que se la entregaré
Dame limosna que se la enviaré.

Pero no me des su cuerpo,
sus ojos atormentados
ni su piel ajada,
no me des el pecado de
nuestra usura.

No pesa, pero estorba
No habla, pero ensordece
No respira, pero aturde
No mira, pero ciega
No toca, pero duele.

Lágrimas al peso. Lágrimas tenues.
Pupilas desechas por la vida.
El silencio es su peor grito.
Pulmones de caracol hirviendo
de sed, de hambre, de miedo.

martes, 8 de noviembre de 2011

ES UN HOMBRE DE BIEN

                      Es un hombre de bien, honrado y trabajador,
engaña en pequeñas miserias a Hacienda,
paga las letras de la vivienda y vota,
vota cuando se le ordena.

El está orgulloso de su ignorancia,
adora la televisión y el buen comer,
es solidario de tertulias de copa y puro,
como caballero deja paso a una buena mujer,

Pero que el negro no roce su puerta
ni el moro mire a la sangre de su sangre,
ni el pancho desee su empleo de precario,
ni el chino salga de la sombra de su negocio.

Llora por los niños africanos devorados por el hambre,
maldice la metralla y fuego que destroza entrañas,
pregunta por los hermanos al otro lado del charco,
pero que la Puerta del Sol sea una marea blanca

Dice que la libertad se pide no se gana,
que es mejor patear al débil, que unirse a él,
que el grito siempre puede a la bondad,
que el dinero no es todo, pero es suficiente.

Hoy pide venganza, exige destierros
y clama entierros en la pantalla,
manos negras hurgaron en sus bolsillos
un hierro gélido lamía su garganta.

Le dejaron con vida, robada su alma,
la maldad siempre se dibuja con otros colores
clamó, mientras huracanado  pedía cadalso
para la mugre que ensuciaba su casa


lunes, 7 de noviembre de 2011

YA NADIE CANTA PARA MÍ

Ya nadie canta para mí,
El soldado tiene miedo,
El obrero está desnudo
El jornalero es puro barbecho
El idealista es un desecho
Los policías del mundo son mis vecinos
Días perdidos, monedas exhaustas de sudor
Besos amargos, a la espera del otoño
Con sus nidos de poetas melancólicos

¡Oh, la indiferencia se apodera de la madrugada!

El presente esquiva las preguntas
Y el futuro nunca responde
A quien no pregunta.

viernes, 4 de noviembre de 2011

LAMENTOS, LAMENTOS


Un mendigo ha entrado en mi casa
y le he echado a patadas
y le he echado a patadas

Mi jefe ha entrada en mi casa
y me he echado a sus pies
y me he echado a sus pies

No queda más que las risas falsas
No queda más que el tiempo programado
No queda más que el ocio enlatado
No queda más que el sexo lastrado

El viento no arrastra canciones
El pueblo no canta revoluciones
El poeta no llama a las puertas

Solo queda el silencio
escondido detrás
de la gruesa pared
de nuestro dormitorio.

OS HE DE CONFESAR

Dejé hace mucho de creer en islas
Prefiero la autopista que me lleva
Prefiero la cadena que me ahoga
Prefiero el sueño de una casa hipotecada
Prefiero dos coches,  plaza de garaje y trastero
Prefiero el viaje exótico pagado a crédito
Prefiero no pensar que pensar mal
Tengo tantas cosas que no deseo nada
Solo lo inmediato, materializado en mis manos.

Rehuyo de las ilusiones de tantos perdedores
A los que tampoco debo nada.

SEÑORES, QUEDA UN AS EN LA MESA
GRITA EL COUPIER DEL MERCADO

Dos jugadores ebrios y una mala jugada.
La maldita historia de Adán y Eva.
Escrita en nuestra sangre a fuego lento.

EL RELOJ    
Nos consume
Con las mariposas en el asfalto
Los ruiseñores segadas sus gargantas
Las tumbas abiertas de par en par
Al espectáculo de la vida

¿Qué te queda, mala historia narrada?
Me quedan mis cuitas de amor, algunas inventadas
Me quedan las sonrisas de mis hijos
Me queda el recuerdo de mis padres
Me queda los buenos momentos con mis amigos

No sientes nunca que has naufragado
Porque siempre te han llevado
En la bodega del barco
Como a cualquier desgraciado




MIRATE AL ESPEJO
Ahora tengo miedo del pobre
del delincuente común, del gitano
del inmigrante de malos olores
de la carta de despido
de las letras a pagar
de los caprichos del niño
y pido policías, trabajo
un salario aunque sea precario
pido orden y no pasar calvario.

COMEMOS DE LA MANO DE NUESTRO AMO
PERO COMEMOS TODOS LOS DÍAS

No me siento un asno, ni un cerdo agradecido
Soy un hombre sencillo
Que lucha por vivir sin problemas
Con los bolsillos nunca vacíos
Es tan difícil de entender….

La carretera nos lleva al invierno
lluvioso,
gélido,
traicionero

Nos lleva ciegos ya de pasión
la voz roída por el desaliento
al final de camino están los huesos
triturados de nuestros antepasados.

Ahora te toca partir a ti
Con el mando a distancia
En tus manos
Eternamente estropeado.

jueves, 3 de noviembre de 2011

BESOS TÓRRIDOS


Mórbido beso,
lengua pantanosa rastrea
la púdica selva morena
en busca de la inexplorada senda
que conduce a la rusiente caverna
de húmedas rocas caniculares.

Beso blando,
suspiro de brisa alborota su cabello,
una garra crispada atenaza su nuca
en lugar recóndito de agua y fuego,
efluvio de la mujer abierta en canal
por el sensual alfanje del placer.

Beso suave,
toda la vida reducida a un contacto,
la amante recita poemas entrecortados,
jadeantes versos que abren el apetito
de una boca voraz y salvaje, guarida
para una jauría de dientes perversos.

Beso delicado,
queda exhausta, con los muslos laxos,
prisionera las mejillas de la carne lívida
por tantos espasmos del deseo colmado.
Le falta el aliento, ahogado,
paladea néctar divino de lava y mar.

Beso huidizo
del tacto dúctil de los dedos
de la caricia del cuerpo desnudo,
de los ojos de amor embelesado,
del calor de brazos entrelazados,
sólo beso, beso en la caverna del sexo.