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miércoles, 26 de diciembre de 2012

MI CASA TIENE MIEDO DE SALIR A LA CALLE




Mi casa tiene miedo de salir a la calle
Rodeada de esquinas siniestras
Que reclaman la deuda insana
De sus puertas, de sus ventanas.

Mi casa no tiene mirilla en la entrada
Porque no quiere ver nada,
Solo quedarse postrada en la cama
Con las persianas de la vergüenza bajadas.

Mi casa no coge el teléfono la condenada
Ni responde al timbre si llamas.
Está muerta por las letras embargadas,
Sueña ser funambulista en la terraza.

Mi casa parece cada día más vieja,
Se levanta por la mañana soñolienta
Se acuesta por la noche cansada,
Porque su grifo ya no lleva agua.

Mi casa queda lejos de la Casa de la Moneda
Pero la sucursal, antes compañera,
Espera paciente, en el rellano de la escalera,
A que la usura reviente la blindada madera.

Mi casa es una casa como otra cualquiera
Respetuosa, cumplidora y buena vecina,
Todas alaban su silencio y su coraje
Todas saben a qué viene tanta lágrima y pena.

Mi casa ha quedado desnuda una mañana de abril
La levantaron de cuajo con la escritura carcomida
Por una balanza ciega, una placa sorda,
Una urna muda ante tanta avaricia e injusticia.

Mi casa ya no es mi casa, ni la de nadie
A mi casa la vejan en una aséptica subasta.
A mi casa la tratan como a una perra esclava,
Mi casa llora a cada minuto con las vigas melladas.